No tener que usar un medio de transporte, ganar una hora de sueño, poder organizar mejor su tiempo entre vida privada y profesional … Los empleados que se han visto obligados a adoptar el teletrabajo han podido probar la libertad que ofrecía.
A pesar de un contexto sanitario todavía incierto, las autoridades ya no imponen a las empresas mantener el trabajo a distancia, y numerosas empresas han pedido a sus empleados que vuelvan a la oficina. ¿Sus temores? La pérdida de cohesión de equipo y el miedo a que algunos empleados dejen la empresa a la cual estarían cada vez menos vinculados.<¿Cuál es la relación entre teletrabajo y cohesión de equipo? ¿Cómo mantener un sentimiento de pertenencia a la empresa en equipos que tele trabajan? Elementos de respuesta en este artículo.
Cuando el teletrabajo ya no es una norma desde el fin del confinamiento, algunos empleados tienen dificultades a reemprender el camino de la oficina, situación que preocupa las empresas.
Según un reciente estudio de Malakoff Médéric recogido por algunos medios de la prensa escrita, más de la mitad de los empleados han declarado “temer el regreso a la oficina después de la finalización del teletrabajo”. Por otra parte, el 40% de ellos tiene miedo de usar el transporte público. Para tranquilizar los empleados que temen infectarse en su lugar de trabajo, las autoridades han impuesto medidas sanitarias estrictas, desinfección diaria de las oficinas, hiperventilación, puesta a disposición de gel hidroalcohólico, así como y, sobre todo, llevar las mascarillas de protección sin interrupción durante todo el tiempo de trabajo, incluso en los despachos individuales.
El teletrabajo impuesto ha inducido un cambio en las mentalidades y hábitos de los empleados.
En efecto, una nueva rutina profesional se ha instalado, y es precisamente la que los empleados echan de menos cuando se les “sugiere”, por no decir “obliga” en algunas organizaciones, a volver a su lugar de trabajo. En su artículo, Anne-Sophie Godon, Directora de innovación en Malakoff Médéric, explica: “las personas han ganado en autonomía, responsabilidad y flexibilidad. Han modificado su organización del trabajo ”. El teletrabajo se está por lo tanto generalizando y convirtiéndo en una norma par algunas empresas. ¿En este contexto, cómo lograr guardar una cohesión de equipo cuando los miembros no se reúnen más y solo se ven a través de una pantalla? El teletrabajo ha modificado el reparto de las cartas de la organización de las empresas y les obliga a reaccionar.
El rol del manager es de asignar una tarea a un colaborador y asegurarse que dicha tarea se está ejecutando. Interviene para guiar y aconsejar al colaborador, pero también para controlar la correcta realización de las misiones que se le ha encomendado. Por otra parte, el colaborador debe disponer de los medios para realizar lo que se espera de él, plantear las preguntas y obtener las respuestas rápidas y concretas de parte de su management. Para controlar que un resultado es conforme a lo que se espera, el manager no necesita tener físicamente el colaborador en frente de él.
En primer lugar, crea la distinción entre los empleados partidarios del teletrabajo y los que prefieren ir a su lugar de trabajo. Luego, estar físicamente presente no presupone el sentimiento de pertenencia a una empresa o a un equipo. Gran parte de los empleados, declaran tener dificultades para concentrarse y ser lo mismo de eficaces que antes de la crisis sanitaria. Algunos sociólogos hablan de “presencia contemplativa”, el empleado está presente físicamente, pero ausente psicológicamente. Por fin, impide centrarse en las soluciones: la puesta en marcha de acciones colectivas destinadas a unir los equipos, así como los dispositivos de motivación con el objeto de impulsar una dinámica que tenga en cuenta este nuevo modo de organización del trabajo.
Muy prácticos en algunos sectores de actividad como el gran consumo, tienen la finalidad de reforzar la motivación y la movilización de los equipos en torno a un reto particular, una oportunidad por aprovechar o incluso para superar una dificultad.
Verdadera palanca de acción para el manager, el desafío es particularmente indicado en un contexto de reanudación de la actividad cuando la motivación de los equipos es una condición esencial para la realización de la cifra de negocio. Por la rápida y especifica motivación que genera, el desafío presenta un interés particular en el estímulo y compromiso de los equipos necesario a la correcta reactivación de su actividad.
Es más que nunca necesario integrar dispositivos capaces de crear un compromiso y una real cohesión entre los equipos.
“Hoy en día, lo que me falta, es la estimulación intelectual con mis colegas de trabajo. El compañerismo, el contacto humano. En el lugar de trabajo, hay una emulación e intercambios frecuentes. Cuando uno está en su casa, es repetitivo, uno tiene menos chispa y todo termina siendo deshumanizado. Por lo tanto, he comunicado a mi jefe: que quiero volver a mi lugar de trabajo " Es el testimonio de un empleado de banca en un reciente artículo en lePoint.fr. Hay asimismo una real necesidad de reflexionar en medios concretos para obtener el compromiso de los equipos, de ver el teletrabajo como una nueva palanca de management para fidelizar los colaboradores, y más especialmente los que se encuentran en dificultad.
El teletrabajo puede ser una palanca de cohesión de equipo, a condición de establecer un management adecuado, otorgando la libertad a los colaboradores de organizarse y dándoles los medios indispensables para alcanzar los objetivos con éxito.