El cálculo de la remuneración variable es una cuestión clave para las empresas, sobre todo para las de gran tamaño. Complejo y laborioso, puede convertirse en una fuente de complejidad para los equipos de RRHH y dar lugar a errores susceptibles de desmotivar a los empleados. Externalizando este proceso y apoyándose en herramientas tecnológicas adecuadas, las empresas pueden no sólo mejorar su eficacia operativa, sino también garantizar una gestión óptima de sus reglas de RRHH.
Reducir el riesgo de errores y aligerar la carga de los equipos encargados del cálculo
Externalización para una mejor distribución de las tareas internas
La gestión del cálculo de incentivos es una tarea recurrente y de escaso valor añadido para los equipos encargados de efectuarla. Al optar por externalizar esta tarea, las empresas permiten a sus empleados concentrarse en actividades más acordes con los objetivos generales de la organización, reduciendo la carga de trabajo interna tanto en términos de gestión de proyectos como de gestión del proceso de cálculo.
Gestión de los picos de carga estacionales
La gestión de la remuneración variable se caracteriza también por un alto grado de estacionalidad. El periodo que precede al cálculo de los incentivos coincide a menudo con picos de plena actividad, en los que los equipos tienen que hacer malabarismos entre múltiples prioridades. La externalización de esta tarea ayuda a suavizar estos picos de trabajo, evitando así sobrecargar innecesariamente a los equipos. El beneficio es doble: los empleados priorizan mejor su actividad y la empresa se beneficia de un proceso de cálculo sin contratiempos.
Acceder a un acompañamiento experto para optimizar la gestión
Un punto de vista externo para unas reglas de RRHH más eficaces
Las reglas de RRHH para calcular los incentivos suelen ser complejas y pueden tener efectos perversos si están mal diseñadas o se aplican mal. Por ejemplo, ciertas configuraciones pueden fomentar comportamientos contraproducentes, como favorecer a los empleados menos presentes.
Un prestatario de servicios experto en remuneración variable puede aportar una experiencia inestimable para identificar y corregir estas disfunciones. Gracias a una auditoría de las reglas de gestión, las empresas pueden sacar incoherencias a la luz y proponer ajustes en consonancia con sus políticas de RRHH.
Una dinámica de mejora continua
La auditoría de los procesos de cálculo no se limita una mera corrección de reglas, sino que se inscribe en una lógica de mejora continua. Por ejemplo, uno de los principales retos es la calidad de los datos utilizados para calcular los incentivos. En las grandes empresas, la información de RRHH circula a veces con lentitud, lo que puede dar lugar a errores o retrasos en los cálculos.
Para paliar estos problemas, la implantación de soluciones adaptadas, como los flujos de trabajo de validación, permite
- Acortar los plazos de transmisión y limitar los errores
- Evitar recálculos lentos y costosos
- Simplificar los procesos y aumentar la eficacia general.
Automatización: la clave de la capacidad de respuesta y de la eficacia
Herramientas parametrizadas para ajustes rápidos
En un contexto en el que las normas de cálculo cambian con frecuencia, sobre todo a raíz de negociaciones anuales obligatorias (NAO) o de cambios organizativos, las empresas necesitan una gran capacidad de respuesta. Las herramientas tradicionales, a menudo «codificadas en duro», hacen que estos ajustes lleven mucho tiempo y sean costosos.
La externalización de estos ajustes a un proveedor de servicios experto ofrece una solución eficaz a estos retos. Al confiar las actualizaciones técnicas a profesionales acostumbrados a este tipo de reconfiguraciones, las empresas se benefician de una triple ventaja: plazos más cortos, control de costes y garantía de calidad en la ejecución de los cambios necesarios.
Gestión optimizada para resultados tangibles
La externalización del cálculo de los incentivos y la adopción de herramientas adecuadas permiten a las empresas hacer frente a los retos asociados a la gestión de la remuneración variable. Al reducir el riesgo de errores, optimizar las reglas de RRHH y automatizar los procesos, refuerzan su eficiencia y ganan mayor agilidad.
Con vistas a mejorar continuamente el nivel de automatización de los procesos, así como a adaptarlos con regularidad a las nuevas necesidades de la empresa, la externalización garantiza que se tengan en cuenta periódicamente tanto las evoluciones previsibles como las imprevistas, que no suelen ser poco frecuentes en la remuneración variable.