Se dice que están menos comprometidos con su vida profesional, que son más reacios a obedecer a sus superiores o que son menos propensos a superarse a sí mismos para ganar nuevas oportunidades. Sin embargo, el mito de que los jóvenes en activo están menos motivados que sus mayores no resiste las encuestas realizadas en los últimos meses a una población cuyas preocupaciones son mucho más convencionales de lo que se suele creer.
Jóvenes, motivados e involucrados en su vida profesional
Las cifras reveladas por las encuestas realizadas por Apec y Terra nova no dejan lugar a dudas: ¡a los jóvenes les gusta trabajar! El 39% de ellos dice incluso que le apasiona su trabajo y que desea implicarse más en su vida profesional y hasta el 80% se declara dispuesto a trabajar aunque no lo necesite económicamente. Más que una fuente de ingresos, el trabajo se percibe y se experimenta como un elemento fundamental de la identidad y una fuente de realización y satisfacción.
Esta motivación es tal que los jóvenes profesionales se caracterizan por su insaciable apetito de nuevas oportunidades profesionales. La firma Walters People señala incluso que el 81% de ellos está a la caza de nuevas oportunidades, que consideran abundantes. Este optimismo se refleja también en el hecho de que el 86% de los jóvenes afirma tener confianza en encontrar empleo en su campo de actividad. Una serenidad que se explica por su satisfacción con la formación recibida, que el 73% considera útil y pertinente. Este entusiasmo se manifiesta asimismo en una ambición extremada, un hecho al cual deben adaptarse los empresarios.
Las dos formas de ambición profesional que impulsan a los jóvenes
Si bien el 39% de los trabajadores jóvenes se consideran ambiciosos, según el estudio de Apec y Terra Nova, este sentimiento no siempre se manifiesta de la misma manera. En el mundo del trabajo cabe distinguir entre ambición salarial y ambición de poder, y, en ambos casos, los empleados más jóvenes se señalan de manera muy destacada.
- Ambición salarial: el 89% de los jóvenes afirma querer ganar más dinero, un porcentaje que confirma que la remuneración es más que nunca una de las principales prioridades de los jóvenes trabajadores, aunque el estudio de Walters People también indica que el ambiente laboral es el primer criterio tenido en cuenta para permanecer en una empresa, por delante del salario. No obstante, la ambición salarial es, con diferencia, la principal prioridad de los trabajadores al inicio de su carrera profesional.
- Ambición en términos de poder: con un 80% de empleados jóvenes que desean ser más autónomos en el trabajo y un 69% que buscan una mayor responsabilidad profesional, resulta difícil creer que los jóvenes no estén motivados en lo que respecta a sus carreras. Por el contrario, el aumento de las competencias y el reconocimiento por parte de su empleador son criterios prioritarios para gran parte de ellos, lo cual confirma las otras cifras que atestiguan el apego de las generaciones más jóvenes a la vida profesional.
Aunque la sed de dinero y la sed de poder no son siempre la misma cosa, estos dos poderosos acicates incitan a las personas al inicio de sus carreras a cambiar de empresa más fácilmente si esta no les permite alcanzar sus objetivos. Así, Walters People revela que el 46% de los jóvenes encuestados no contempla permanecer más de 3 años en la misma empresa. Esta amenaza de rotación constante significa para los empresarios tener que hacer todo lo posible para satisfacer las expectativas de sus contratados más jóvenes.
La remuneración en el centro de las expectativas de los jóvenes trabajadores
El 41% de los jóvenes profesionales encuestados por Walters People afirman sin ambages que no están dispuestos a aceptar una reducción salarial al cambiar de puesto de trabajo. Esto es una prueba más de que el salario está en el centro de las expectativas de los jóvenes, lo cual, unido a una ambición muy señalada, explica por qué son más propensos a renunciar.
Si bien hay que tener en cuenta el deseo de una mayor responsabilidad y de unas condiciones de trabajo satisfactorias, estos estudios también ponen de manifiesto la necesidad de ofrecer un paquete de remuneración atractivo, motivador y progresivo, que se ajuste perfectamente a la trayectoria profesional propuesta por la empresa a cualquier candidato. Optando por un salario fijo realista y coherente, en conjunción con una remuneración variable atractiva y correctamente calibrada, es posible transformar el salario en una auténtica palanca de retención del talento y, sobre todo, de motivación de los jóvenes trabajadores. Al incluir a los empleados jóvenes en el centro de la estrategia global de la empresa a través de objetivos de performance pertinentes y gratificantes, el empresario dispone de los medios para dar respuesta a la necesidad de una remuneración satisfactoria y saciar las ansias de reconocimiento y responsabilidad de los jóvenes trabajadores.
Aunque el estereotipo de que los jóvenes no están tan motivados por su trabajo como sus mayores es tenaz, la realidad de las cifras contradice esta idea preconcebida y dibuja un panorama de jóvenes empleados ambiciosos, comprometidos y exigentes en lo que se refiere a la calidad de su remuneración y a la progresión de su carrera. En este sentido, la remuneración variable contribuye a aumentar la motivación de los jóvenes y a disuadirles de abandonar la empresa de forma prematura.